La táctica y el buen juego se dan la mano en un momento crucial para Junior
A pocas fechas de terminar el ‘todos contra todos’ y de la Copa Libertadores.
Las cosas por fin están encontrando su orden ideal en Junior, tras la demostración de superioridad que hubo en el triunfo 2-0 sobre Jaguares de Córdoba la noche de este martes en Montería, donde los barranquilleros ganaron con claridad y haciendo gala de todo lo que pueden exhibir como conjunto.
Es lo mejor que se ha visto en mucho tiempo. El planteamiento táctico de Luis Amaranto Perea, más la ejecución individual de sus ideas por parte de cada uno de los jugadores en la cancha, estuvieron en un altísimo nivel.
Por fin estos dos factores se dieron la mano en un partido, que además era vital, determinante, casi que definitivo.
Junior tuvo cifras consistentes en cada apartado. Tuvo la posesión de la pelota el 52% del tiempo, espacio en el cual realizó 395 pases con una eficiencia del 82%, útiles para realizar 6 remates directos al arco. Con un poco más de puntería, la goleada en Montería hubiera sido inapelable.
Y es que los pilares del equiipo se han venido manteniendo en Teófilo Gutiérrez, Sebastián Viera, Didier Moreno y Freddy Hinestroza. Además se espera el regreso de otros dos actores protagonistas como Fabián Ángel y Miguel Ángel Borja.
Lo mejor de todo, es que en este momento en que las cosas se armonizan en Junior, es el momento más apretado de la actual temporada.
Entre el 4 de abril, hasta el 15 del mismo mes -es decir en solo once días- Junior jugará cuatro partidos: dos de Liga Colombiana y dos de Copa Libertadores, los dos de la mitad en la altura de La Paz (Bolivia) y en Pasto.
El 4 de abril recibirá a las Águilas de Rionegro en un juego donde puede quedar virtualmente clasificado en Colombia. Luego de eso, el 8, deberá ir a la Paz para el juego de ida de la tercera fase de la Copa Libertadores ante el Bolívar.
Después, el 11 de abril se medirá al Pasto de visita en el estadio La Libertad y cerrará el 15, en el juego de vuelta en el Metropolitano ante Bolívar.
Es por eso que será importante saber administrar las cartas, pues el espacio para maniobrar es corto y se necesitará el máximo rendimiento de los jugadores para cerrar los dos objetivos a la vista: clasificar en el torneo local y pasar a la fase de grupos de la Libertadores.
Además, desde el banco, Perea tendrá que manejar con pinzas sus fichas, para que no le falte nada en los momentos culminantes del primer gran momento definitivo del semestre.